Boni
Francisco Javier Hernández Larrea 05/01/1963 08/01/2021
Malas noticias. Acabamos mal y empezamos mal. Acabamos con los mandamases de esto y lo otro apelando a nuestra responsabilidad individual para contener el virus. En serio? Para eso están donde están? Para eludir su responsabilidad y endiñársela a la masa informe? Ya estábamos jodidos. Acabamos con la mayoría concienciada de que había que salvar la puta navidad aún a costa de vidas humanas. Total solo son muertos del telediario, cientos, miles pero del telediario. Nuestra sociedad es a veces escalofriante. Acabamos con la mayoría creyendo que si te portabas más o menos bien el virus solo nos metería la puntita. Como el yonki que se mete la última raya porque controla.
Empezamos como en el fondo todos sabíamos que se iba a empezar. Recoges lo que siembras. Con la resaca de muertos, las quejas, los lamentos y con que el virus no nos metió solo la puntita, sino toda hasta la empuñadura y nos ha dejado el culo como un bebedero de patos. Y alguno ya no verá los muertos solo en el telediario. Pero eso sí, salvando a la puta navidad como quien salvaba aquel soldado de Normandía. Con dos cojones.
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Seguimos peor, porque a veces hay noticias de muertes que no ves como las del telediario, sin verlas ni asimilarlas. A veces te pillan desprevenido y son como una bofetada fría, seca. Que da donde no recordabas siquiera que dolía. Que remueve viejos y buenos recuerdos y por eso duele más y más dentro.
Ayer fallecía Boni, guitarra y vocalista de Barricada, parece ser que después de luchar contra una grave enfermedad que, cruelmente, por el camino también le dejó sin voz. Confieso que hace mucho tiempo que les había perdido la pista, salvo breves noticias de separaciones, malos rollos y reconciliaciones. Pero mi camino ya se había alejado aunque el cariño y los recuerdos siempre han estado ahí, más o menos profundos.
Con la noticia, esos recuerdos han aflorado, primero más despació, luego como un torrente. Buenos tiempos, buenos recuerdos los que me trae Barricada. Su rollo nos iba como anillo al dedo en esos años de alocada juventud. Muchas veces los vi en directo cuando se dejaban caer por aquí, en el norte. También confieso que prefería la voz del Drogas, más profunda, canalla y quizás poética, a la de Boni, incendiaria, áspera y belicosa. Sin embargo, la voz de Boni me dio también muchas veces en la diana. Qué se yo. Temas como No pongas el culo, No hay tregua, Rojo, Abrir y cerrar o Demasiado tarde entre otros muchos, me siguen pareciendo muy buenos a pesar de los años.
Barricada – No hay tregua [Doble Directo, 1990]
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Barricada – Rojo [Doble Directo, 1990]
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Pero hay un tema con la voz de Boni que destaca sobre los demás, que tiene para mi un especial significado y que se había perdido hasta ayer en las brumas del tiempo y del olvido. Recordaba que la canción era especial pero no el por qué. Luego, mientras le daba vueltas y me quedaba dormido, me acordé.
En aquel final de los ochenta había descubierto mi media naranja, la persona con la que caminaría durante muchos años hasta que los caminos se separaron. Pero esa es otra historia. A ella también le gustaban los Barricada y con esas complicidades de pareja, esos lenguajes y códigos secretos que usan los jóvenes y los no tanto, encontramos en una canción o ella nos encontró a nosotros, un lugar muy común. La cantaba Boni y hablaba de una esquina, En la esquina del zorro. Cuando quedábamos en aquellas épocas sin móvil ni internet, lo hacíamos siempre en el mismo sitio y le acabamos llamando, quién sabe cómo ni por qué, La esquina del zorro. ‘A las 6 en la esquina del zorro’, ‘Te espero en la esquina del zorro’. Quién sabe por qué fue esa y no otra canción. Ella nunca se pintaba los labios y que yo recuerde nunca llevó medias rojas.
Incluso me ha costado un poco recordar dónde quedaba el sitio, han pasado muchos años, pero lo he recordado. Buen sitio, bonito, con vistas al mar, al Concello y con las Cíes al fondo. Ni siquiera es una esquina sino una escalinata con barandilla de piedra. Con los años, ella cambió de domicilio, luego se mudó a Santiago, luego me fui a vivir con ella, luego lo dejamos y ese sitio y su apodo, donde tantas veces quedamos, se perdió en el olvido. Incluso he pasado cientos de veces por delante sin acordarme de su significado hasta ayer. Nada es eterno, nada es inamovible y nada es infinito aunque a veces lo parezca.
Barricada – En la esquina del zorro [No sé qué hacer contigo, 1987]
«Mirar tus ojos
y me rompo con facilidad»
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Mis manos están muertas,
se niegan a escribir.
Algo ronda en mi cabeza
que no me deja seguir
Esas medias rojas
alteran los nervios,
mirar tus ojos
y me rompo con facilidad.
Llegaré al final de la calle
para entrar en el mismo rincón.
Como siempre un desfile mortal
de cervezas por el mostrador.
Tropecé en la esquina del zorro
y su cuerpo me gustó.
Una falda en la esquina del zorro
se merece una canción.
Esas medias rojas
alteran los nervios,
mirar tus ojos
y me rompo con facilidad.
Aquí estoy otra vez mirándote…
Aquí estoy otra vez mirándote…
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Una pena que un recuerdo bonito aflore entre la tristeza de alguien especial que se va, pero así es la vida. Descansa en paz. Agur, Boni.
Nos vemos.
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