The Temper Trap – The Temper Trap

The Temper Trap – The Temper Trap
Infectious Records, 2012
 

Otro de esos discos que esperaba con cierta curiosidad y expectativas después de que su debut con Conditions (Infectious Records, 2009) alcanzara bastante notoriedad, sobre todo gracias a ese pegadizo single que fue y es Sweet Disposition y que estaba respaldado por otros nueve temas en los que los australianos mantenían bastante bien el nivel como Fader, Soldier On, Science of Fear o Resurrection aunque sin llegar a las cotas de ese hit, por lo menos entre el gran público y que para mi fue uno de los mejores debuts de ese año.

Descubrí a la banda sin ninguna referencia en el festival de Paredes de Coura 2009, a plena luz del sol, con apenas cuatro gatos al comienzo de su actuación, algunos más cuando terminaron y me cautivó su desparpajo, su energía y potente directo, dejándome con la anotación mental de buscar su disco y comprobar que todo lo que me había gustado sobre el escenario se trasladaba al estudio. Y no me decepcionó lo que me encontré, todo lo contrario, esa esencia continuaba allí.

Ahora, la banda australiana formada por Dougy Mandagi, a las voces y guitarra, Lorenzo Sillitto a la guitarra solista, Joseph Greer en teclados y guitarras, Jonathon Aherne al bajo y Tony Dundas a la batería, se enfrenta al siempre delicado momento de confirmar o continuar el éxito de su primer intento con su segundo disco, titulado igual que su nombre, The Temper Trap.

Queda claro que para ello no se han conformado con repetir fórmulas anteriores aferrándose a ese pop-rock atmosférico de guitarras, chispeante, bastante pegadizo y energético que juguetea con lo comercial. En este nuevo esfuerzo se les nota más maduros, menos inmediatos, se les nota que los temas han sido más trabajados, pero todo esto no conlleva el que sean mejores o que la fórmula sea más convincente.

En opinión del que escribe han salido perdiendo frescura, chispa, capacidad de atención y enganche y esa mayor elaboración no compensa esa pérdida, dejándonos un disco que se va diluyendo mientras avanza en buenas intenciones que no acaban de llegar la mayoría de las veces a buen puerto. Casi todas las canciones empiezan bien, sugieren y mantienen una cierta tensión pero no acaban de desembocar de manera redonda y hacen que se acabe perdiendo la atención que en un principio conseguían. Quizás demasiados medios tiempos, se echan en falta esos momentos de más energía, menos linealidad y algo más de frescura. Suenan más inofensivos que antes, demasiado lánguidos para mi gusto, les falta ese leve toque rockero y gamberro que tan bien les vestía y facilitaba el gancho de sus temas.

No quiero decir con todo ello que sea un mal disco aunque quizás no era lo que esperaba. Necesita de más atención, paciencia, escuchas, para que su trabajo vaya aflorando perdida la inmediatez del disco de debut, pero sigue habiendo buenos temas.

Casi toda la chispa o el enganche se concentra en los dos primeros temas, Need Your Love, primer single y  London’s Burning, que son los que más nos recuerdan a su primera entrega, sonando más directos y pegadizos aunque sin duda, lejos de un pelotazo claro como Sweet Disposition que para algunos pesará como una losa. A partir de ahí, las revoluciones bajan y se echarán de menos, sustituidas por una mayor emotividad y elaboración en una atmósfera más oscura.

Trembling Hands es un bonito medio tiempo que acaba convenciendo con las escuchas pero lo mismo se podría decir de The Sea Is Calling o Miracle, a medio camino entre la balada y el medio tiempo, más en la búsqueda de atmósferas que en la de sacudir el cuerpo. La personal forma de cantar de Mandagi sigue conservando cierto encanto en este tipo de ambientes.

The Temper Trap – Trembling Hands

Sigue discurriendo el disco y a pesar de tenues chispazos  de energía como en This Isn’t Happiness, Where Do Go From Here o Never Again, algunos patinazos como Dreams o I’m Gonna Wait y pequeñas joyas pop como Rabbit Hole, nos vamos dando cuenta de que el grupo ha evolucionado, ha cambiado, dejando atrás quizá gran parte de lo que nos sedujo para ofrecernos otra perspectiva, otras formas de seducción que seguramente funcionaran con unos y menos con otros.

La versión extendida con tres temas más, continua en los mismos parámetros de introspección atmosférica y revoluciones relajadas, pero cualquiera de los tres temas podría haber entrado en el disco sin problemas. Es más, alguno de ellos es bastante superior a alguno de los patinazos incluidos en el disco.

En definitiva, un paso arriesgado de los The Temper Trap, un cambio de piel notable, dejando atrás la tierra firme de su debut para pisar otros terrenos no tan seguros, inmediatos y accesibles y de los que cada oyente irá sacando sus propias conclusiones si es que después de la primera escucha considera que las merece. En mi opinión, las merece y a pesar de que en el fondo piense que no está a la altura del debut y me haga echar de menos demasiadas cosas, me parece un disco por encima de la media en su estilo y que se va disfrutando más con más escuchas, si no llevamos demasiada prisa y nos interesa extraerle su jugo. Y esos suelen acabar siendo los mejores discos. Lo cual no quita que este no acabe siéndolo. El tiempo lo dirá.

Nos vemos.

Publicado en Desconcierto.

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